ESTILOS EDUCATIVOS DENTRO DE LA FAMILIA, ESTILOS DE LIDERAZGO DE LOS PADRES. Modelo Autocrático, modelo Permisivo y modelo Democrático

Apuntes sesión octava para Escuela de Padres de ATELMA (Taller de Desarrollo Emocional)

Entre toda la gama de estilos educativos dentro de la familia el basado en la autonomía y en el amor, en la permisividad y en la aceptación, es el que permite un desarrollo más armónico de los niños.  Debemos equilibrar PERMISIVIDAD Y AUTORIDAD para conseguir eficacia en las relaciones dentro de la familia

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En la primera foto estoy con Fran y Mariano, Musicoterapia MKM, compañeros en ATELMA

¿Sabemos hoy en día se padres de un modo positivo? Cuando estamos delante de nuestros hijos nos asaltan las dudas y a veces creyendo que hacemos las cosas bien no cubrimos las necesidades de nuestros hijos. Cuando llegamos cansados del trabajo podemos consentir demasiado y no establecer unos límites adecuados… TODO LO PERMITIMOS o, por el contrario, podemos estar demasiado pendientes e incluso volvernos agresivos proyectando el mal humor producto de nuestro propio cansancio sobre los niños. Ninguna de estas dos situaciones favorece el desarrollo armónico de nuestros hijos, porque ellos están bajo nuestra tutela.

Pautas de actuación en las relaciones padres e hijos.

José Fco. González en su libro “Ser padres hoy”, nos marca una serie de pautas a tener en cuenta:

– Es normal que aparezcan dudas e inquietudes en cuestiones de educación, no pasa nada. A veces puede que las cosas salgan mal sin que esa sea nuestra intención, y no debemos culparnos por ello.
– Nuestros hijos no son pequeños en relación a las capacidades que corresponden a su edad.
– Debemos desechar la idea de que cualquier hecho puede traumatizar a nuestros hijos.
– Un sentimiento de culpabilidad desembocará en una sobreprotección hacia nuestros hijos.
– Las normas y las reglas son necesarias, nuestro hijo las necesita.
– La libertad y la educación de nuestros hijos e basan en las normas, los límites y por supuesto en el amor.
– El tiempo que pasemos con nuestros hijos debe ser un tiempo en el que prime la calidad y dedicación sobre la cantidad.

Según María Jesús Álava en su libro “El no también ayuda a crecer” (La esfera de los libros), en la educación familiar no se puede considerar progresista a quien no pone límites, ni tradicional al que sólo quiere el inmovilismo. Cuando decimos que los niños necesitan pautas, normas, reglas, límites… nuestro objetivo es prepararlos para ser adultos libres en el futuro que les espera, en ocasiones no demasiado fácil.

Estilos educativos dentro de la familia.

El estilo educativo empleado por los padres refleja su autoestima e influye en la personalidad y en la autoestima de sus hijos, siendo el amor el que perfecciona todos los estilos educativos constituyendo la base de una vida familiar positiva. Hasta los años 80 el modelo educativo más común y más tradicional era el MODELO AUTOCRÁTICO O AUTORITARIO. Este modelo mantenía una estructura piramidal en la que los padres imponían sus ideas de manera rígida sin tener en cuenta las opiniones de sus hijos. La comunicación era siempre unidireccional y sólo se tenían en cuenta los deberes que el niño debía cumplir.

  • Modelo Autocrático.

Los padres en este modelo tienden a:

– Hacer uso excesivo de su poder.
– Asumir un total control y toda la responsabilidad de las decisiones.
– Pensar que su forma de ver las cosas es la única correcta.
– Sentirse superiores, desconfiados y agobiados por su responsabilidad educativa.

Los hijos en este modelo:

– Desean que se les indique siempre qué hacer.
– Carecen de un sentido de responsabilidad personal.
– No son creativos, carecen de imaginación.
– Se muestran bien sumisos y retraídos (aceptando su falta de poder) o desafiantes y rebeldes (luchando por el poder).
– Se sienten con baja autoestima, recelosos, indefensos y solos.

Como reacción a este modelo surge el MODELO PERMISIVO O DE DEMASIADA LIBERTAD. Los padres ahora son demasiado indulgentes, y los niños están sin referencias, no tienen límites para determinadas conductas. Carecen de unos valores que les permitan asumir responsabilidades y orientar sus actos para lograr una estabilidad.

  • Modelo Permisivo.

Los padres en este modelo suelen:
– Creer que no tienen derechos.
– Justificar todo lo que hacen los niños.
– Demostrar poco interés por sus hijos o por lo que hacen.
– Se sienten desalentados, confusos, agobiados y con baja autoestima.

Los hijos en este modelo:

– Tienen problemas para aceptar límites (aunque al mismo tiempo los desean).
– Carecen de autodisciplina y responsabilidad.
– Pueden realizar una inversión perjudicial de roles con sus padres.
– Piensan que tienen derecho a hacer lo que deseen.
– Se sienten inseguros, desconcertados, dependientes, rodeados de confusión e incoherencia.
Un buen modelo educativo es el que se propone actualmente, el MODELO DEMOCRÁTICO. En este modelo los padres son consejeros y entrenadores de sus hijos. La autoridad está fundamentada en el diálogo, las necesidades de todos los miembros de la familia se consideran importantes, padres e hijos son sujetos activos y responsables de su propio proceso educativo.

  • Modelo Democrático.

Los padres en este modelo:

– Se hacen cargo de sí mismos y de la familia.
– Ofrecen una estructura organizada, pero dejan lugar a la flexibilidad y a la libertad personal.
– Dejan escoger a sus hijos entre opciones apropiadas a su edad.
– Alientan a sus hijos a participar en la realización de proyectos y en la toma de decisiones, aunque siempre fijando ciertas reglas.
– Son respetuosos y respetados, aman y son amados, confían en sí mismos y en sus hijos y se muestran sensibles a sus necesidades.

Los hijos en este modelo:

– Respetan las reglas,
– Son disciplinados y responsables, competentes e independientes.
– Comprenden las relaciones causa-efecto.
– Se sienten valiosos, importantes, seguros y merecedores de su propio respeto.

En nuestra sociedad democrática donde las personas deben ser capaces de tomar decisiones y pensar por sí mismas, la familia democrática constituye la base de la responsabilidad y del sentimiento de equipo. Cuando los niños son pequeños, los padres tenemos la responsabilidad total de su cuidado y protección, pero a medida que crecen y maduran podemos empezar a compartir esta autoridad y esta responsabilidad sin dejar de guiarlos y protegerlos como nos corresponde.

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