Cada vez es mayor la demanda social de cuidadores de niños y de guarderías o centros de la primera infancia que ayuden en la intensa tarea de cuidar, acompañar y colaborar en la educación de los niños; por supuesto que el factor económico es determinante, pero también se deben tener en cuenta las necesidades de la familia y las características de los propios niños.
El problema surge cuando finaliza la baja laboral por maternidad o paternidad…
Es en ese importante punto de inflexión cuando, en ocasiones, los abuelos o algún familiar se ofrecen para hacerse cargo del bebé; pero, en la mayoría de los casos, los padres se ven obligados a decidir entre los servicios que la guardería ofrece o contratar a una canguro.
Si consideramos en un principio solamente el componente monetario, la guardería es más económica, pero este elemento no es el único a tener en cuenta… ¿qué hacemos?
- Cómo averiguar que todo marcha bien cuando no estamos…, observemos las reacciones de nuestro/a pequeño/a.
En primer lugar, si decidimos dejar a nuestro hijo con una cuidadora dedicaremos mucho tiempo y esfuerzo en seleccionar la persona adecuada, teniendo en cuenta su historial y sus referencias.
Pero, ¿cómo podemos saber si el pequeño se encuentra cómodo y contento con la nanny? Observándolo, fijándonos en su manera de reaccionar. Los niños en los primeros meses y años de vida no saben encubrir sus sentimientos por lo que si sucede algo fuera de lo normal, aunque no nos lo puedan comunicar con palabras tenderán a mostrarlo con acciones y comportamientos diferentes a los habituales. Quizá presenten una pérdida de apetito, se asusten con facilidad, se muestren agresivos o tristes…, evidentemente si encontramos signos de falta de higiene e irritaciones en las zonas más sensibles del cuerpo o notamos que el niño comienza a perder peso indagaremos el por qué de inmediato.
Si detectamos algún indicio que nos parezca significativo, hablaremos con la cuidadora y comprobaremos cómo se va sucediendo el día a día pasando por casa, con la mayor diplomacia y naturalidad posibles, en horas que no son las usuales.
2. ¿Cómo elegir a la cuidadora “perfecta”?. Algunas recomendaciones.
-Entrevistaremos al mayor número posible de personas valorando los aspectos que más nos interesan de cada una de ellas, luego decidiremos.
-Tendremos en cuenta la edad que nos parezca más oportuna y si posee alguna especialidad en puericultura.
-Repasaremos con detalle las referencias que aporte.
-Valoraremos cualidades indispensables para trabajar con bebés: Paciencia, responsabilidad, actitudes cariñosas, iniciativa…
-Nos aseguraremos de que está preparada para afrontar las situaciones de peligro y de riesgo, incluso para prevenirlas.
-Le presentaremos al niño para que interaccionen mutuamente en un primer contacto y estableceremos un periodo de prueba breve (aproximadamente de una semana o de diez días) en el que podamos nosotros mismos darle pautas sobre cómo nos gusta que se hagan determinadas cosas, y si entiende bien todas las indicaciones.
-Estaremos pendientes de forma continuada de la actitud del pequeño y de la cuidadora. Es imprescindible darse cuenta si ella trabaja a gusto, si las rutinas se van realizando fácilmente, si el pequeño colabora…, teniendo en cuenta las necesidades de las dos partes nos sentiremos tranquilos y el niño será el principal beneficiado.
-Definiremos correctamente los roles de la cuidadora diferenciándolos de los nuestros con el fin de que no se superpongan y evitar rivalidades.
3. ¿Cuidadora o guardería? Ventajas e inconvenientes.
Ventajas:
Cuidadora | Guardería o Centro Infantil |
Trato individualizado del pequeñoContexto familiar y ambiente conocido
Atención constante
Continuación de la atención familiar en alimentación, horas de sueño, rutinas… Aplazamiento de enfermedades transmitidas por otros niños
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Adquisición de habilidades sociales en grupoAdaptación a nuevos ambientes y desenvolvimiento
Atención compartida, aprende a no ser único Aprendizaje temprano de normas diferentes y compartidas
Sistema inmunológico fortalecido
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Inconvenientes:
Cuidadora | Guardería o Centro Infantil |
Inestabilidad en la permanencia de las cuidadoras
Coste económico más elevado
Mucha atención por parte de los padres, requiere estar muy pendientes
El pequeño se socializa menos |
Dificultad para encontrar plaza en algunas ocasiones
Problemas en los ajustes de horarios centro-familia
Largas temporadas en casa si contrae enfermedades |