La calidad del contexto influye para que el cerebro pueda contar con un estado óptimo necesario para el aprendizaje. Elementos conocidos y agradables otorgan sensación de seguridad y de bienestar (plantas, muñecos, fotos, imágenes, cuadros, decorados, etc.). Es importante que los niños y los jóvenes contribuyan con la decoración del aula. Docentes, maestros y capacitadores forman parte del contexto de aprendizaje, motivo por el cual deben verse como aliados que contribuyen en el desarrollo de las potencialidades de cada alumno o persona.
Autores: Hana Khan, Carlos Logatt Grabner, Marita Castro.
Asociación Educar
Ciencias y Neurociencias aplicadas al Desarrollo Humano
http://www.asociacioneducar.com
Nuestro cerebro es social. Somos seres gregarios que necesitamos pertenecer a grupos, ser aceptados y reconocidos. En clase y en todo ámbito social se deben trabajar los vínculos, el respeto y la armonía del grupo. Aprendemos socialmente: todo docente, capacitador y persona enseña con el ejemplo activa un tipo especial de neuronas -llamadas «neuronas en espejo»- que tienden a copiar las acciones de los otros.
El cerebro necesita una dieta equilibrada y variada por ser el órgano más complejo y de mayor consumo energético del cuerpo. Frutas, lácteos, cereales, proteínas y aceites omega 3, 6, y 9 deben estar presentes en la dieta diaria.
El descanso es fundamental para recuperarse de las actividades y desgaste del día. La falta de sueño afecta la atención, las destrezas motoras, el estado de ánimo y todas las funciones cognitivas. El descanso contribuye a fijar lo aprendido; la alimentación, por su parte, a contar con los nutrientes básicos para aprender.
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